VISIÓN
NUESTRO PROPÓSITO: CREAR UN CAMBIO DE VIDA
En Calvary Church creamos ambientes que minimizan las dificultades y eliminan los obstáculos, confiando que esto va a mejorar la participación al máximo, y va a crear oportunidades para un cambio de vida. Queremos que las personas se sientan amadas, cuidadas y cómodas porque creemos que esto las hace más receptivas a la Palabra (de Dios). Queremos implementar esto en todo lo que hacemos, incluyendo nuestra experiencia de adoración, nuestra experiencia de donación, nuestra experiencia de Connect Group (Grupo de Enlace), y ministerio de los niños, así como en nuestros sitios web. Todo lo que hacemos es tratar de crear un cambio de vida y queremos construir y ofrecer oportunidades de cambio en cada circunstancia de la vida: de manera espiritual, racional, profesional y emocional. Queremos ver que las personas entreguen su vida a Jesucristo y lleguen a ser mejores esposos y esposas, madres y padres, dueños de negocios y empleados. Una relación con Jesús hace la vida mejor - y te hace mejor en la vida.
NUESTRA VISIÓN
Somos un grupo de creyentes que buscamos al Dios que con pasión busca al mundo perdido; y hacemos esto al conectarnos el uno con el otro, a través de la adoración, por medio de la Palabra, para el mundo.
AXIOMAS CULTURALES
Celebramos lo que Dios ha hecho para prepararnos para lo que Dios está haciendo.
Creemos que Dios rara vez se mueve exactamente de la misma manera; así mismo, el liderazgo y visión que Dios provee no siempre llega en la misma forma. La creatividad demanda un cierto nivel de caos; aun el caos necesita ser controlado. Nosotros abrazamos el cambio y no utilizamos el pasado como una muleta para el futuro. El mensaje no cambiara, pero los métodos siempre lo harán.
Estamos unidos mientras luchamos por la visión que Dios le ha dado al Pastor Skip.
Mantenemos la batalla en el exterior y nos defendemos con pasión para no permitirla en el interior. ¡Estamos unidos en la batalla!
No pararemos ante nada para conseguir la misión de alcanzar a un mundo perdido.
Estamos dedicados y comprometidos a recibir y propagar buena enseñanza. Nosotros queremos que la gente entienda la profundidad de la Escritura.
Adoramos a Dios con intensidad y pasión; no se trata de las canciones que se cantan, sino de a quien se le canta. Puede ser ruidoso y desordenado, pero nos gusta que sea así. Usa tu voz de fuera dentro.
Nuestra iglesia es para todo el que quiera venir, pero nos damos cuenta de que no a todo el mundo le gusta la forma en que hacemos las cosas, y eso está bien para nosotros. Nos negamos a atender a las preferencias personales en nuestra búsqueda de Dios, y aunque todo el mundo es importante para nosotros, nos preocupa mucho más alcanzar a los perdidos que satisfacer a los críticos.
Atrás de cada numero esta un nombre y atrás de cada mano esta un corazón. No se trata de cuánta gente viene a nuestra iglesia; es acerca de cuántas vidas son cambiadas.
No estamos tan ciegos para creer que lo tenemos todo controlado o que la forma que hacemos las cosas es la única forma – de hecho, puede que no siempre es la forma correcta. Siempre estamos buscando nuevas formas de crecer y apoyar el pensamiento creativo.
Creemos que Dios nos ha llamado a servirle a El independientemente del rango o título, y creemos que cada persona en la iglesia tiene un papel para desempeñar este trabajo. Estamos llamados a este ministerio, aunque haya un sueldo o no. No es un trabajo; es un llamado.
Creemos que Jesús vivió una vida de honor: honrando al Padre, honrando a los demás y recibiendo honor él mismo. Nosotros operamos con este mismo modelo: Honrar hacia arriba (al Señor y a los que están en el liderazgo sobre nosotros), honrar hacia abajo (a los que sirven debajo de nosotros), honrar a todos (a los que servimos, a todos los invitados y a los que entran en contacto con nosotros). Honramos libremente sin inhibiciones, comprendiendo que no se trata tanto de que la gente merezca honor, sino que vivamos una vida de honor y creamos una cultura de honor.
Nosotros establecemos metas inalcanzables y luego confiamos en un Dios imparable. Ponemos todo en la línea confiando en que Dios está trabajando tras bastidores. No queremos jugar a lo seguro; queremos tomar los riesgos.
Alentamos una cultura de dar generosamente. Damos obedientemente a Dios, según su llamado, y generosamente, según nuestro corazón. Nuestra visión del ministerio siempre supera nuestra capacidad para el mismo. Pero creemos que, si cada uno de nosotros asume la responsabilidad de la mayordomía de forma personal, Dios multiplicará nuestros medios y proporcionará la capacidad de hacer cosas que pueden parecer imposibles.